Washington ha registrado hoy el peor accidente de aviación desde 2009. El avión 5342 de American Eagle –que llevaba a bordo 60 pasajeros y cuatro tripulantes– se ha estrellado con un helicóptero militar Black Hawk –en el que volaban tres oficiales–.
El avión había partido de Wichita (Kansas) y se aproximaba al aeropuerto Ronald Reagan (DCA) de la capital de Estados Unidos. La caída se ha producido cerca del río Potomac, que está a unos dos grados bajo cero. Se han descartado supervivientes, por lo que el número total de fallecidos asciende a 67. De momento, las autoridades han confirmado el rescate de 27 cuerpos del avión y uno del helicóptero.
Eduardo Gavilán, piloto y editor de Aviación Digital, ha expuesto en el programa de esRadio, En casa de Herrero, las posibles causas de este terrible accidente. “Aunque he visto una imagen oscura en la cual se ve un resplandor, las circunstancias de cómo ha sucedido el accidente todavía no se conocen”, ha señalado el experto.
Factores organizacionales
A pesar de las especulaciones, según Gavilán, es necesario “esperar a los informes técnicos, civiles y militares”. A pesar de conocer que “el helicóptero estaba en un vuelo de entrenamiento y utilizaban gafas de visión nocturna”, el experto ha señalado que se debe tener en cuenta “el entorno”. En este caso, “el aeropuerto de Washington está diseñado en los años 30 para 15 millones de pasajeros”, mientras que ahora maneja “unos 25 millones”.
En este sentido, el aeropuerto Ronald Reagan es “un aeropuerto muy especial” que requiere “un entrenamiento específico para las tripulaciones”. Esto se debe a que está “encajonado, tiene pistas bastante cortas y es complejo”, de modo que, según el experto, las causas del accidente seguramente se deban “al entorno operacional”.
Antes del accidente, algunas personas han comentado que habían visto sobrevolando helicópteros muy cerca, ya que es un corredor muy transitado por helicópteros próximo al aeropuerto. No obstante, el experto ha trasladado que “es un entorno operacional”, por ello “están habituados a sobrevolar esa zona y cuentan con unos pasillos muy específicos”.
Un cúmulo de malas circunstancias
Según Gavilán, el accidente se ha producido por “factores organizacionales”. Probablemente, después de este accidente “se cambiarán algunos protocolos”. El experto ha señalado que el choque ha sido “un cúmulo de malas circunstancias”. De hecho, “en el último momento, se cambió la pista del piloto”. A esta situación se suma que era de noche: “Estoy convencido de que si hubiera sido de día el piloto se hubiera dado cuenta del helicóptero“, ha expresado Eduardo Gavilán.
Respecto al choque, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha criticado la gestión por parte de la torre de control. “La noche estaba CLARA, las luces del avión estaban encendidas, ¿por qué el helicóptero no subió, bajó o giró? ¿Por qué la torre de control no le dijo qué hacer en lugar de preguntar si vio el avión? Esta es una mala situación que parece que debería haberse evitado. ¡¡¡NO ESTÁ BIEN!!!”, ha escrito Trump en Truth Social, su red social.
Sin embargo, según el experto, “por mucho que lo diga Trump, hay que esperar a analizar todos los datos y recuperar la caja CVR (la caja negra). Ahora, “los militares deben cumplir su papel y no se puede afirmar ni culpar a nadie” por el momento, ha señalado Gavilán.
Aunque en el momento de un accidente “todo el mundo intenta buscar responsables”, en la aviación “no funciona así”. Si bien es cierto que “el espacio aéreo se está saturando”, por lo que algunos países ya están buscando soluciones y “restringiendo los permisos para operadores aéreos”, ha manifestado Gavilán. “Cuando estás más expuesto al peligro”, se deben imponer “medidas mitigadoras” para prevenir accidentes, ha subrayado el experto.