1. INICIO BLANDO, IMPACTO PSICOLÓGICO

El Barça entró mal al partido frente al Leganés. Los cinco primeros minutos bastaron para comprobar que los de Borja Jiménez deseaban copiar la hoja de ruta de Las Palmas en Montjuïc y con una defensa de cinco, pero adelantada en función de dónde y quién tenía la pelota, consiguieron el primer y a la postre, único gol del choque.

Antes, sucedió esto: salida por banda izquierda pepinera, pase cruzado para Munir y en el uno contra uno, Iñaki Peña evita el sonrojo blaugrana. Pero la mala sensación aumentó cuando Óscar ejecutó el córner y el capitán, Sergio González, completamente solo, cabeceó a la red. Bloqueo previo y ventaja absoluta para poner el duelo donde deseaba el Lega.

Ayer a los de Flick (Marcus Sorg a pie de campo) se les torció el partido y el tobillo a Lamine. Al conjunto blaugrana le faltaba el desequilibrio del extremo y más chuts desde fuera del área. Había un bosque de piernas rivales en el balcón de área y a Dmitrovic, seguro, le hubiese complicado más el trabajo

2. POCO RITMO, PERO SUFICIENTES OPORTUNIDADES

El escenario era éste: Pedri y Casadó repartiendo la pelota, el equipo visitante defendiendo con su 5+4 y, con balón, lanzando en largo hacía Miguel de la Fuente. Control total al defender los azulgrana con Eric García anticipando y el zurdo Iñigo Martínez, librando casi siempre. Quedaba mucho tiempo pero el Lega se sentía demasiado fuerte defendiendo.

Apeló a Dmitrovic cuando Balde, Koundé, Pedri o Raphinha encontraron a Lewandowski. El meta serbio salvó las dos claras del goleador blaugrana, una anterior de Raphinha –con ayuda del larguero– y la numerosa defensa pepinera, concretamente Renato Tapia, los intentos de remates de Dani Olmo. Defendió muy bien escalonado el Leganés y su guardameta dejó al Barça frustrado.

Pasaban los minutos como al trote en el primer acto pero en el segundo, para psicología de los azulgrana, aceleraron

3. LOS CAMBIOS NO ROMPEN LA MURALLA

A Lamine le vendaron el tobillo en el descanso pero Javi Hernández pudo seguir salvando su zona. Problema ofensivo porque sólo la insistencia de Koundé parecía otorgar más esperanza de centros al área visitante.

Y eso era un mal negocio porque Lamine sabe poner en jaque por sí mismo a los defensas. El Barça reinició con ganas de poner más ritmo a su juego pero el esfuerzo colectivo resultó más mental que físico-técnico.

Balde y Koundé llegaban hasta el fondo pero Lewandowski volvió a errar. Raphinha era el jugador que más amenazaba pero sin poder, al final de sus acciones, sacar un zurdazo.

Bloqueaba todo el Lega por dentro y Marcus Sorg decidió ir metiendo banquillo. El EMBUDO visitante era donde más caían los de Flick. Chocar y chocar para volver a empezar.

En el tramo final el tiempo se comió las ganas de los azulgrana (Ferran, Fermín, Gavi y Pau Víctor no pudieron empatarlo) y el Leganés pudo ponerse la capa de héroe.

Oportunidad desperdiciada, Liga apretadísima. Y quedó claro que al Barça le van a atacar desde el principio para evitar que suceda al revés