Una tormenta invernal sin precedentes golpeó el sur de Estados Unidos a lo largo de los últimos días, dejando a su paso nieve, hielo y vientos gélidos que causaron estragos y desataron el caos desde Texas hasta Nueva Jersey; hasta el momento se registraron siete muertes derivadas de las condiciones climáticas adversas. Las bajas temperaturas continuarán afectando amplias regiones durante los próximos días, con advertencias de un descenso histórico en la Costa del Golfo.

El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) advirtió que, desde la madrugada del martes, las temperaturas podrían caer hasta los 10 grados celsius bajo cero en estados como Texas, Arkansas y Luisiana, de acuerdo con reportes de The Associated Press (AP). Dallas y Austin se preparan para recibir nevadas y temperaturas que, con el viento helado, podrían sentirse tan bajas como -9.4 °C.

Las autoridades anticipan que un nuevo sistema de baja presión en el sur de Texas intensificará las condiciones climáticas adversas, lo que podría derivar en acumulaciones significativas de nieve en las regiones aledañas.

El vórtice polar, una masa de aire ultra frío que generalmente circula sobre el Polo Norte, se desplazó hacia el sur durante el fin de semana, cubriendo con hielo y nieve a gran parte del país al este de las Montañas Rocosas, e incluso azotó zonas de Estados Unidos que normalmente no se ven afectadas.

La mañana del martes se emitieron múltiples avisos de clima frío en la región de la Costa del Golfo desde estados como Texas hasta Florida, de acuerdo con Fox Weather.

El Servicio Meteorológico Nacional anticipa más nevadas y hielo desde el jueves en Texas, Oklahoma y Arkansas. Las acumulaciones de nieve podrían alcanzar entre 5 y 13 centímetros en el norte de Texas, mientras que partes de Oklahoma y Arkansas podrían recibir más de 10 centímetros adicionales, tal y como reportó AP.

Las autoridades instan a los residentes a extremar precauciones, mantenerse informados y evitar desplazamientos innecesarios mientras el temporal continúa avanzando.

Las carreteras interestatales de Kansas, Indiana y Kentucky quedaron cubiertas de nieve y hielo, provocando accidentes y cierres totales.

En Kentucky, una parada de camiones a las afueras de Cincinnati se llenó de vehículos pesados que tuvieron que salir de la interestatal 75 debido a las peligrosas condiciones. Michael Taylor, un camionero de larga distancia que viajaba de Los Ángeles a Georgia, explicó que había visto varios automóviles atascados en zanjas y que, antes de detenerse, tuvo que lidiar con limpiaparabrisas congelados. “Era demasiado peligroso. No quería matarme ni matar a nadie más”, afirmó a la agencia de noticias.

En Virginia, la policía estatal respondió a por lo menos 430 accidentes en solo 48 horas entre el domingo y lunes, incluyendo uno mortal ocurrido el domingo. En Kansas, se registraron dos accidentes fatales durante el fin de semana.

En total, se cancelaron más de 2.300 vuelos y otros 9.100 sufrieron retrasos el lunes, de acuerdo con la plataforma FlightAware citada por AP. El Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington suspendió el 58% de sus llegadas y el 70% de sus salidas, mientras que en el Aeropuerto Internacional de Cincinnati/Norte de Kentucky la acumulación de nieve superó los 20 centímetros, causando cancelaciones que se extendieron hasta el día siguiente.

Más de 218.000 personas quedaron sin suministro eléctrico el lunes por la noche, especialmente en Kentucky, Indiana, Virginia, Virginia Occidental, Misuri, Illinois y Carolina del Norte. Las cuadrillas trabajaron sin descanso para restaurar el servicio a medida que las temperaturas seguían cayendo.

La primera tormenta invernal del año dejó en varios estados al menos siete muertos, incluido un niño, de acuerdo con reportes de Fox Weather.