La política ha impregnado finalmente todas las actividades y sectores de Estados Unidos. Donald Trump se convirtió este domingo en el primer presidente estadounidense en acudir a la final de la Super Bowl, disputada en esta ocación entre los Philadelphia Eagles y los Kansas City Chiefs. Su llegada fue jaleada y celebrada. Al encuentro, celebrado en Nueva Orleans, asistió también Taylor Swift, pareja del jugador de fútbol americano Travis Kelce. Sin embargo, a ella no la recibieron igual: la cantante fue abucheada por buena parte del estadio cuando la enfocaron las cámaras.

Swift y Kelce son una de las parejas de moda. La cara de ella ha sido muy vinculada al equipo de él, los Kansas City Chiefs —que perdieron contra los Eagles 40-22—, para alegría de algunos y disgusto de otros. No se sabe si parte del estadio la abucheó por ser representante del equipo contrario, o por ser ella contraria —y casi rival— política de Donald Trump. Quien parece tenerlo clarísimo es el propio presidente. “La única que ha pasado una noche peor que los Kansas City Chiefs ha sido Taylor Swift. La han ABUCHEADO hasta echarla del Estadio”, ha dicho en un mensaje en su red social. “MAGA no perdona”, ha añadido, en referencia a su movimiento republicano Make America Great Again.

En realidad, la cantante estuvo presente durante prácticamente todo el partido, acompañada de otras celebridades como Ice Spice. Pero no es la primera vez que el presidente de EEUU publica en su contra y choca con ella online.

Swift hizo campaña y apoyó públicamente a la demócrata Kamala Harris durante la carrera electoral hacia la Casa Blanca de este 2024. Hace ya varias de legislaturas desde que la artista es un importante activo electoral para los Demócratas. Sacó al escenario a Hillary Clinton en 2016, participó en los mítines de Joe Biden de 2020 y animó a sus millones de seguidores el año pasado a utilizar el pensamiento crítico y votar para no recortar derechos fundamentales. Un solo post suyo en redes sociales puede animar a decenas de miles de personas a votar o a repensar su papeleta. Uno solo de sus mensajes en Instagram en septiembre de 2024, por ejemplo, derivó en un aumento instantáneo de 35.000 registros en el censo.

“Votaré por Kamala Harris porque lucha por los derechos y las causas que necesitan a alguien que los defienda”, dijo ella. Desde entonces, Donald Trump ha intentado desacreditarla y ha emprendido una batalla discursiva contra la de Pensilvania. “ODIO A TAYLOR SWIFT”, ha tuiteado en repetidas ocasiones el republicano. Sin embargo, intentó durante 2024 utilizarla a su favor, y compartió imágenes retocadas de la artista y de su fandom en las que parecía que apoyaban su candidatura a la Casa Blanca.