
El Gobierno portugués condenó “enérgicamente” este domingo, 12 de enero, el ataque con un artefacto incendiario al consulado de Venezuela en Lisboa ocurrido la noche anterior.
Según medios portugueses, que citaron fuentes policiales, una bomba Molotov impactó en la fachada del consulado cuando estaba cerrado, sin provocar daños personales.
Canciller del Régimen de Venezuela, Iván Gil, denuncia ataque a Consulado en Lisboa:
“Hoy, el fascismo ha atacado con bombas incendiarias nuestra sede del Consulado General en Lisboa, Portugal, atentando contra los servicios que se prestan a nuestros compatriotas”,… pic.twitter.com/ny53YatZnY
— Alerta Noticias UKR 24 (@UKR_token) January 12, 2025
Las bombas Molotov, también conocidas como cócteles Molotov, son artefactos incendiarios de fabricación casera. Su diseño básico consiste en una botella de vidrio que contiene un líquido inflamable, como gasolina, y están equipadas con una mecha, que generalmente es un trapo empapado en el mismo combustible. Cuando la botella se lanza y se rompe, el líquido inflamable se expone al fuego de la mecha, provocando una ignición que genera llamas y puede causar incendios.
El Gobierno portugués ordenó “un refuerzo inmediato de la seguridad y la correspondiente investigación policial”, añadió el comunicado difundido por el ministerio de Exteriores portugués, recordando que “la inviolabilidad de las misiones diplomáticas debe respetarse en todos los casos”.
“Reacciones de desquiciados”

El ministro de Relaciones Exteriores venezolano, Yván Gil, culpó al “fascismo” del ataque al consulado “con bombas incendiarias”.
En una imagen del consulado publicada por el canciller, puede verse la fachada ennegrecida por el ataque.
Expresamos absoluta solidaridad con nuestros colegas de @ConsVELisboa, quienes fueron atacados hoy con bombas incendiarias por grupos fascistas / terroristas.
Seguiremos firmes apoyando a nuestros connacionales y avanzando en Revolución. ✊🏽💛💙❤️@EmbaVEPortugal pic.twitter.com/5THRw8Bnod
— @ConsVENBilbao (@ConsVENBilbao) January 12, 2025
Los hechos ocurren en un momento de gran crispación política en Venezuela, poco después de que el presidente Nicolás Maduro fue investido para un nuevo mandato pese a haber perdido las elecciones de julio pasado.
Alianza antifascista
El ataque en Lisboa coincidió también con la clausura del Festival Mundial Internacional Antifascista, un evento que formó parte de los actos de posesión presidencial en Caracas. En ese encuentro, Nicolás Maduro pidió crear una alianza global “antifascista”, con el fin de “defender el desarrollo de los pueblos y la democracia” en la región.
“Este movimiento debe avanzar en la conformación de una gran alianza mundial antifascista; amplia y diversa, por la paz, la democracia y el desarrollo de los pueblos”, dijo Maduro durante el cierre del festival.
Paralelamente, han crecido las voces de descontento y preocupación por el nuevo juramento presidencial de Maduro. El sábado 11 de enero, el expresidente Álvaro Uribe visitó Cúcuta en compañía de senadores y precandidatos del Centro Democrático. Allí pidió una intervención militar internacional “que desaloje a la dictadura de Venezuela”.

La propuesta del expresidente colombiano fue respondida por Maduro en medio de una transmisión en vivo, en la que lo retó de manera tajante y burlándose de él.
De la misma manera, ante la oferta del gobierno estadounidense de una recompensa de 15 millones por información para la captura de algunos líderes del régimen de Maduro, su ministro de Defensa, Vladimir Padrino López respondió que “es una torpeza, un tiro en el pie que se dan los gringos para que ellos pretendan venir a imponernos sanciones a nosotros”.