
A menos de dos semanas para el inicio del Sudamericano Sub-20 en Venezuela, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, expresó su preocupación sobre la participación en el torneo del seleccionado que dirige Diego Placente e incluso puso en duda que la delegación nacional participe.
La funcionaria advirtió que los jugadores podrían estar en riesgo de ser secuestrados, en un contexto de tensión diplomática con el gobierno de Nicolás Maduro tras el encarcelamiento del gendarme Nahuel Gallo en Caracas.
“Argentina no va a mandar a chicos que nos puedan secuestrar. La Conmebol tendrá que pensarlo o tendrán que cambiar de sede”, afirmó Bullrich en declaraciones a medios venezolanos.
Para la ministra, el contexto político en Venezuela con la reciente asunción de Maduro para un nuevo mandato representa un peligro para la delegación argentina: “Estamos trabajando un protocolo para que quede claro cuáles son los lugares donde un argentino corre riesgo. No podemos exponer a nuestros jóvenes en un lugar donde pueden ser tomados de rehenes”, destacó.
Bullrich enfatizó su preocupación haciendo una comparación entre el caso del gendarme detenido y un eventual riesgo para los jugadores: “¿Qué diferencia hay entre un gendarme y un jugador de fútbol? Lo pueden acusar de cualquier cosa, como si hubiéramos mandado a un policía disfrazado de futbolista. Es un riesgo inaceptable”, completó.
Ante esto, desde la AFA recogieron el guante, y si bien no se manifestaron públicamente al respecto, dejaron en claro que el seleccionado continuará con la preparación para viajar al lugar del continente en el que se desarrolle la competencia.
Además, nuevamente le marcaron la cancha al Gobierno nacional en una lucha que viene desde hace tiempo, dejando en claro que las decisiones futbolísticas dependen de la AFA y no del Ejecutivo. Y que, en todo caso, deberá ser decisión de la Conmebol la posibilidad de modificar o no un escenario que está elegido desde hace tiempo.