
En el Alter Markt, la plaza del antiguo mercado de Magdeburgo junto al Ayuntamiento Viejo, las casetas cerradas, el árbol de Navidad solitario y el tiovivo infantil, inmóvil como la noria, rezuman tristeza. La zona sigue acordonada por la policía, después de que el viernes por la noche un agresor al volante de un todoterreno atropellara de modo deliberado a la multitud de visitantes que paseaban por el mercadillo navideño.
Ayer, Reiner Haseloff, presidente de Sajonia-Anhalt, land del que Magdeburgo es capital, confirmó oficialmente las cifras de víctimas mortales del ataque: cuatro adultos y un niño de 9 años. Hay, además, 209 heridos, de los cuales al menos 40 sufren heridas de extrema gravedad.

Equipos de emergencia en el mercadillo navideño de Magdeburgo
El presunto responsable de tanto dolor es un psiquiatra saudí de 50 años que vivía en Alemania desde el 2006 y que obedece a un confuso perfil: apostató de su religión musulmana, se volvió islamófobo –así se refirió a él la ministra del Interior, Nancy Faeser– y siente simpatía por la extrema derecha. Fue detenido en la misma noche del atentado –esa es la palabra que usó el fiscal jefe de Magdeburgo, Horst Walter Nopens–, y la Fiscalía le investiga para acusarlo de cinco cargos de asesinato y de “tentativa de asesinato en 200 casos junto con lesiones corporales graves”.
Taleb Khawad al-Abdulmohsen condujo 400 metros un todoterreno negro alquilado, en zigzag posiblemente para causar más daño, a través de este mercadillo que el viernes estaba lleno de animado ambiente prevacacional. Las autoridades han decidido cerrarlo para lo que resta de temporada de Navidad.
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“Es horrible cómo alguien ha podido cometer esta brutalidad; hay que investigar con precisión, saber los motivos y actuar en consecuencia con toda la dureza de la ley”, dijo el canciller, Olaf Scholz, que vino desde Berlín junto a la ministra Faeser. Juntos recorrieron con Haseloff el escenario del atentado. “Todo nuestro país está de luto con Magdeburgo”, aseguró Scholz en el lugar.
Scholz visitó el lugar del atentado y pidió actuar con “toda la dureza de la ley” contra el perpetrador
Por la tarde, Haseloff, Scholz y el presidente federal, Frank-Walter Steinmeier, asistieron a un servicio religioso ecuménico en la catedral de Magdeburgo por las víctimas, sus familiares y los equipos de rescate, y por “la unidad de la ciudadanía en los tiempos difíciles”. En otras iglesias y en lugares cerca del mercadillo atacado se acumulan los peluches, flores y velas. Los veinteañeros Johannes y Lina llevan una margarita grande cada uno. “Es horrible, aún no nos podemos creer que esto ha pasado aquí”, dicen, dirigiéndose a la iglesia de San Juan.
En la rueda de prensa en que habló el fiscal Nopens se respiraba también todavía un ambiente de incredulidad. “No sé ustedes, pero yo asocio un mercado navideño al vino caliente y a las salchichas, y en este han muerto personas y otras luchan por sus vidas”, dijo Ronni Krug, concejal del Ayuntamiento.

Varias personas junto a flores y velas depositadas en honor a la victimas
El fiscal Horst Walter Nopens explicó entonces que la motivación del conductor para agredir pudo haber sido el descontento con el trato que reciben en Alemania los refugiados de Arabia Saudí, y que ese es el estado actual de la investigación. Taleb Khawad al-Abdulmohsen –al que las autoridades se refieren siempre como Taleb A., como es la norma oficial, si bien su nombre completo trascendió a los medios– sigue bajo custodia policial y ha hecho comentarios sobre el móvil del delito. “Por razones tácticas de la investigación, no se puede dar más información”, afirmó el fiscal. “Hablamos de un atentado; si ha sido un atentado terrorista no lo sabemos todavía –prosiguió Nopens–. Debemos valorar dispositivos de almacenamiento de datos, ordenadores, dispositivos móviles y, al final, sabremos o esperamos saber qué le movió”.
El concejal Krug defendió ante la prensa que el ataque era imprevisible para las autoridades. “Lo ocurrido es algo con lo que no podíamos contar”, dijo Krug al explicar el sistema de seguridad del mercadillo, que incluía zonas pensadas para evacuar la plaza y para acceso de ambulancias o vehículos de bomberos, unos espacios de emergencia entre bolardos de hormigón que el atacante aprovechó para colarse dentro del recinto con su todoterreno. “La carrera hasta su detención duró tres minutos”, dijo Tom Oliver Langhans, jefe de la policía.

Ceremonia ecuménica en la catedral de Magedeburgo
Magdeburgo había dispuesto la seguridad del mercado con la policía y los equipos de emergencia en noviembre. De hecho, los planes de protección de los mercados navideños con obstáculos para evitar la entrada de vehículos a toda velocidad existen en todas las ciudades alemanas desde el atentado contra el mercadillo navideño de Breitscheidplatz en Berlín, del que el jueves se cumplieron ocho años. El 19 de diciembre del 2016, un islamista tunecino secuestró un camión –mató antes al camionero polaco– y lanzó el vehículo contra el céntrico mercadillo berlinés. Murieron 13 personas a consecuencia del atentado, una de ellas años después por las secuelas. Más de 70 personas fueron heridas, algunas de ellas de gravedad. El canciller Scholz dijo ayer que el ataque de Magdeburgo recordaba al de Berlín. Tras el ataque del viernes, varios mercadillos alemanes, como los de Leipzig, Halle o Berlín intensificaron sus medidas de seguridad.
El fiscal sopesa que el agresor atacó por su enfado con el trato de Alemania a refugiados de Arabia Saudí
En el frente exterior, a la oleada de mensajes de condolencias de líderes de todo el mundo se sumó Arabia Saudí con un comunicado de su Ministerio de Exteriores. “El Reino reafirma su posición de rechazo a la violencia y expresa su solidaridad y sus sinceras condolencias a las familias de las víctimas, así como al Gobierno y al pueblo de la República Federal de Alemania, deseando una pronta recuperación a los heridos”, dice la nota.
La relación entre el detenido por el ataque y su país de origen está siendo escudriñada en Alemania. La agencia Reuters cita a una fuente saudí según la cual el reino había advertido a las autoridades alemanas sobre Al-Abdulmohsen, y el diario Die Welt informa, citando fuentes de la seguridad alemana, de que una evaluación de riesgos realizada el año pasado por investigadores criminales regionales y federales llegó a la conclusión de que el hombre no suponía “ningún peligro específico”.