Casi un año ha pasado desde que los hermanos Natalia y Guillermo Améstica —manager y colaborador de Canserbero— confesaran al asesinato del destacado rapero venezolano y su amigo en 2015, un caso que entonces se había catalogado como un homicidio-suicidio. En ese entonces, parecía que el caso había finalmente quedado cerrado luego de que en febrero de este año se condenara a los hermanos a 25 años de cárcel por su rol como autores materiales de la muerte del rapero.

Sin embargo, lejos de quedar resuelto, el caso ha vuelto a surgir después de que la Fiscalía Venezolana anunciara la condena de otras cinco personas involucradas en la muerte del rapero. Se trata de Gilbert Cruz, Edgar Trillo, Teresa Pinto, Solangela Mendoza y Marcos Pratolongo, tres miembros del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), la patóloga que le realizó la primera autopsia y un comerciante que poseía las llaves del departamento del músico.

Los cinco fueron condenados a penas de entre 15 y 20 años de cárcel por delitos como “obstrucción a la justicia”, “asociación para delinquir”, “corrupción propia agravada” y homicidio en “grado de complicidad”, de acuerdo a un comunicado del fiscal general.

Tirone José González, más conocido como Canserbero, fue encontrado muerto a sus 26 años el 19 de enero de 2015 a las afueras de un edificio. En ese entonces, los medios de comunicación aseguraban que el rapero se había lanzado desde el décimo piso después de asesinar a puñaladas a Carlos Molnar, quien era su amigo, compañero de trabajo y esposo de Natalia Améstica.