
Ecuador abre este domingo el ‘superciclo’ electoral en América Latina con unas primarias centradas en la seguridad y la crisis política y económica del país.
Estos comicios presidenciales, de los habrá una segunda vuelta el 13 de abril si en la primera ronda ninguno supera el 50% o el 40% con una diferencia de diez puntos sobre el segundo aspirante, se presentan en un contexto de alta fragmentación política y polarización. Hay registradas dieciséis candidaturas, pero los candidatos que más posibilidades tienen son: el actual presidente, Daniel Noboa, que busca un mandato completo hasta 2029 tras sustituir a Guillermo Lasso, y la correísta Luisa González.
En total, más de 13,7 millones de ecuatorianos están llamados a las urnas para elegir, además de la Presidencia y Vicepresidencia, a los 151 parlamentarios que integrarán la Asamblea Nacional (Parlamento) y a cinco representantes para el Parlamento Andino. En Ecuador, el voto es obligatorio para las personas entre los 18 y 65 años, mientras que es opcional para los adolescentes de entre 16 y 18 años, para los mayores de 65 años y para el personal de la Policía y de las Fuerzas Armadas.
Durante 2025, además de Ecuador, otros tres países celebran elecciones presidenciales y legislativas: Bolivia, Chile y Honduras. Haití también debería realizar comicios, si la situación interna lo permite. Además, habrá legislativas en Argentina y Venezuela y comicios locales en Uruguay y Venezuela, junto con la primera elección judicial en México. Tras los comicios de 2025, habrá elecciones en Perú, Colombia, Brasil y Costa Rica (en 2026) y generales en Argentina y Guatemala (en 2027).
Una gran fragmentación política y el descontento social marcan las elecciones en Ecuador
El pulso de Noboa y González por la seguridad y la economía
El pulso de Noboa y González en esta campaña se orientado a la seguridad con el objetivo de frenar los fuertes episodios de violencia en las cárceles y aumentar la seguridad ciudadana, afectada por los prolongados apagones eléctricos.
En las prisiones de Ecuador han sido asesinados más de 500 presos entre 2021 y 2024, la mayoría en una serie de matanzas entre bandas criminales rivales que dominaban los centros carcelarios hasta la militarización de los cárceles. Esta medida se incluyó como parte del “conflicto armado interno” declarado por Noboa desde inicios de 2024 para enfrentar a las bandas criminales, a las que pasó a catalogar como “grupos terroristas”.
Aún con el recuerdo presente del asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio a la salida de un mitin político en 2023, Noboa también ha redoblado su apuesta por seguridad para estas elecciones. Para prevenir ataques externos, las fronteras de Colombia y Perú quedarán cerradas totalmente desde el sábado hasta el lunes. Mientras, la aspirante correísta ha reclamado más seguridad en general para el país y ha afirmado que el ‘Plan Fénix’, el programa contra el crimen organizado puesto en marcha por el presidente “sigue en cenizas, porque no hay seguridad”. “No podemos trabajar y salir a la calle, no podemos hacer nada ni ser libres”, ha aseverado.
El ganador deberá enfrentar, asimismo, la crisis energética. El país ha sufrido serios apagones en los últimos meses, debido, entre otros aspectos a la sequía y a la falta de funcionamiento de las centrales hidroeléctricas. Para enfrentar esta situación el Gobierno ha lanzado procesos de contratación y alquiler de generación energía, pero también un toque de queda en varias provincias, amparado en el estado de excepción, que ha sido prorrogado.
A esto se une la situación económica del país. Aunque en el último año, Noboa ha conseguido rebajar a menos de 1.000 la prima de riesgo en Ecuador (antes estaba en más de 2.100), esta sigue siendo alta. Además, la economía se contrajo en 2024 a causa de los problemas energéticos, mientras que la deuda externa se mantiene alta: a finales de año rondaba los 48.300 millones de dólares, lo que equivale al 39,2 % del PIB nacional.
La crisis interna de Noboa y el descontento por el correísmo
En este último mandato, Noboa (del partido ADN) se ha visto salpicado por el conflicto con la vicepresidenta Verónica Abad, que se alarga desde la campaña de las elecciones extraordinarias de 2023. Aunque no se ha dado una explicación pública clara sobre los motivos, esta se ha agudizado con una maraña de recursos legales y demandas.
El presidente llegó a enviarla de embajadora a Israel y a imponerle una suspensión de cinco meses que, posteriormente, fue anulada por una jueza que ordenó su restitución en el cargo. Noboa, por decreto, también la sustituyó durante esta campaña electoral por otra vicepresidenta interina, algo que ha sido declarado inconstitucional por la justicia ecuatoriana.
Además, para los próximo años, la propia fragmentación en la Asamblea Nacional augura problemas de gobernabilidad. En este sentido, Noboa, con un acto masivo en Quito, pidió arrebatar electoralmente al correísmo el control del Legislativo y “terminar con la época donde todo se trababa”. También, en caso de conseguir el cargo, ha vaticinado “un nuevo ciclo” donde haya “orden, dignidad y oportunidades para los jóvenes, zonas francas tecnológicas, inversión, empleo, seguridad y salud”.
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, junto con miembros de su partido en un autobús antes de un mitin masivo en Quito. REUTERS/David Diaz Arcos
En este sentido, González, candidata de Revolución Ciudadana, el movimiento que lidera el expresidente Rafael Correa (2007-2017), buscará capitanear el descontento social, aunque el rechazo al correísmo —partido que gobernó durante décadas el país— sigue patente ocho años después de abandonar el poder, lo que podría dificultar su victoria. “Iba a bajar el precio de la gasolina y subió, iba a bajar el precio de la luz y nos dejó a oscuras con apagones (…) y nos subió el IVA (impuesto al valor agregado). Dijo que era para dar seguridad, pero aquí nadie se siente más seguro”, ha criticado González sobre el Gobierno de Noboa.
La candidata correísta, Luisa González, alza una bandera ecuatoriana en un mitin Marvin RECINOS / AFP
El llamamiento a “una sola vuelta” y a “cuidar el voto” en las mesas electoral para evitar “fraude” ha sido la única nota en ambos bandos durante una campaña, que ha alimentado la polarización en el país. En este sentido, volverá a ser muy relevante el voto exterior. En España, hay más de 420.000 ecuatorianos residiendo, según datos del Consulado de Ecuador. Preguntada por RNE sobre si cree que la participación será alta, la Cónsul General del Ecuador en Madrid, Paula Noboa, ha respondido con un rotundo “seguro que sí”. “Cuando hay elecciones generales, suele ser superior a la de las consultas, como fue la anterior”, ha afirmado.
Cinco continentes – Entrevista con Paula Noboa, Cónsul General del Ecuador en Madrid