Braian Paiz, una de las dos personas acusadas de haberle suministrado estupefacientes al músico Liam Payne, quedó detenido. Se trata del camarero que el excantante de One Direction había conocido en un restaurante de Puerto Madero poco antes de su muerte.

El viernes pasado, Paiz había sido procesado por la jueza Laura Bruniard, magistrada que interviene en el expediente donde se investigan las circunstancias que rodearon la muerte del cantante, por “suministro de estupefacientes”, delito especificado en el artículo 5 inciso “e” de la Ley N°23.737 de Estupefacientes, que prevé una pena de entre cuatro y 15 años de prisión.

La magistrada, además de fijarle un embargo de 5.000.000 de pesos, le dictó la prisión preventiva y lo citó para que se presentara dentro de las 24 horas hábiles después de ser notificado, pero como no lo hizo, la jueza Bruniard ordenó su detención, que se concretó hoy por personal de la Policía de la Ciudad, dijeron fuentes con acceso al expediente.

Según informó el Ministerio de Seguridad porteño, Paiz, de 24 años, fue detenido en su casa de Berazategui por personal de la División Investigaciones Especiales de la Policía de la Ciudad.

Pyme tenía 31 años y murió el 16 de octubre pasado cuando cayó desde el tercer piso al patio interno del hotel de Palermo donde estaba alojado.

En la misma situación de Paiz se encuentra Ezequiel Pereyra, un empleado del hotel CasaSur, donde estaba alojado el músico. También fue procesado con prisión preventiva por suministro de estupefacientes y debía ponerse a disposición de la Justicia.

“El lunes pasado, después de que la jueza dictara el procesamiento, Pereyra presentó un pedido de exención de prisión. El fiscal Andrés Madrea, a cargo de la investigación, dictaminó que debía rechazarse la solicitud y la magistrada denegó el pedido y ordenó su detención”, informaron a LA NACION fuentes judiciales.

Además, por orden de la jueza Bruniard, detectives de la Policía de la Ciudad hicieron un allanamiento en el domicilio de Pereyra, pero el resultado fue negativo.

La causa tiene otros tres sospechosos procesados. Se trata de Rogelio Nores, representante de la víctima y quien acompañaba a Payne también en este viaje a la ciudad Buenos Aires para conseguir nuevamente su visa estadounidense; la gerenta del hotel CasaSur, Gilda Martín, y el jefe de recepción del hotel, Esteban Reynaldo Grassi que para la Justicia son autores de un homicidio culposo, delito contemplado en el artículo 84 del Código Penal y que prevé una pena de entre uno y cinco años de cárcel para quien “por imprudencia, negligencia, impericia en su arte o profesión o inobservancia de los reglamentos o de los deberes a su cargo causare a otro la muerte”.

En los fundamentos del auto de procesamiento, y tras analizar y convalidar las pruebas recopiladas por la fiscalía, la jueza desarrolló su propia “tesis” sobre lo ocurrido con el exlíder de la banda One Direction.

La jueza Bruniard dio por “probado por los testimonios recabados por el fiscal que Payne presentaba un cuadro de adicción”. En ese sentido, explicó que fue visto en actitud de requerir cocaína y alcohol por personal del hotel Casa Sur Palermo y que “la autopsia practicada sobre su cuerpo arrojó como resultado que el deceso se produjo por politraumatismo y hemorragia interna y externa”, y que “se constató presencia de cocaína y alcohol en grandes cantidades”.

“El día 16 de octubre pasado instantes antes de las 17 horas Payne no podía valerse por sí mismo”, sostuvo la magistrada y dio como evidencia de ello la fotografía incorporada a la causa que se corresponde con la filmación de una cámara del lobby del hotel donde a las 16.54 se observa al músico desvanecido y llevado “por tres personas a la rastra”.

“La forma en que era conducido evidencia un estado de vulnerabilidad”, afirmó Bruniard, y al referirse a la situación de la gerenta y del jefe de recepción del hotel opinó que “subir a Payne en ese estado a la habitación 310 donde estaba alojado era crear un riesgo jurídicamente desaprobado para su vida”.

Y explicó: “La consciencia de Payne estaba alterada y existía un balcón en la habitación. Lo debido era dejarlo en un lugar seguro y en compañía hasta que llegue un médico. Las personas responsables en el hotel ese día eran la gerente y el jefe de recepción”.

Las imputaciones

En el procesamiento, la jueza Bruniard transcribió las cinco imputaciones hechas por el fiscal Madrea en el momento de pedir las declaraciones indagatorias: