Guardiola renuncia a su sello personal para romper la mala racha del Manchester City

Pensar que el Manchester City iba a romper su mala racha más pronto que tarde era una evidencia. Que lo hiciera en un partido en el que no ganó la posesión, no tanto. Menos si delante estaba el Leicester (0-2), equipo en descenso de esta Premier League y que hizo méritos para ganar algún punto ante el cuadro de Pep Guardiola, todavía gris y con muchas dudas pero que cierra el año con una alegría más que necesaria.

Con la única novedad de De Bruyne en el once del City, no se necesitó que corriera mucho el cronómetro para percibir que algo pasa en el equipo. No fue cuestión de actitud, y pudo incluso Haaland, asistido por el belga, dar una dosis tranquilidad a Guardiola a los pocos minutos, pero respondió Stolarczyk con un paradón. Una acción que contrastó el error que cometió casi en el ecuador, cuando dio la oportunidad a Savinho de anotar tras un mal desvió a un tiro presumiblemente fácil de Foden (21’). Primero del ex del Girona en esta Premier League.

Antes de que el City fuera por delante del marcador, no obstante, ya se le vio las vestiduras al equipo. Reza la afición del Etihad por la vuelta de Stones y Rúben Dias y no es casualidad, porque el equipo es un polvorín sin balón. No funciona la presión adelantada. Eso o el Leicester estuvo tan inspirado como El Khannouss, el mejor del primer tiempo, y es que superó una y otra vez el plan de Guardiola, que se llevó el susto con una acción que para su fortuna fue anulada por fuera de juego cuando Ortega había hecho penalti a Vardy. A pesar de eso, el más destacado de los ‘citizen’ fue precisamente el portero, que le arregló la papeleta a Gvardiol tras un grave error con Vardy y evitó el tanto de Justin una vez el equipo estaba ya por delante.

Acabó ese primer tiempo el Leicester dominando. Tanto, que al término de los primeros 45 minutos la posesión estaba exactamente igual de repartida entre ambos equipos. Una señal más de que las cosas no funcionan. Y pudo ser peor, porque Van Nistelrooy tuvo que ver como su equipo se encontraba con un remata de cabeza a la madera de Buonanotte, mientras que la única que tuvo el City a parte del gol fue una jugada personal de Haaland que no entró por muy poco.

5		31	19	9	4	6
18		14	19	3	5	11

El partido fue incluso a peor tras el descanso para los intereses del vigente campeón. Después de que Buonanotte reclamara un penalti de Aké, el Leicester se hizo todavía más con el control. Hasta el 55% de posesión llegó a acumular el cuadro ‘fox’, que acabó el partido habiendo tenido más posesión que su rival, al que mejor se le da esto en Inglaterra. Es cierto que el control no se tradujo en ocasiones. Guardiola se vio obligado a ‘traicionar’ a su estilo y el City decidió defender en campo propio, sacando del campo a un Foden que es la sombra del MVP de la pasada temporada por el joven McAtee, clave con su entrada, además de dar entrada a Walker por Aké. Se paró el tiempo en una sola ocasión de las que no suele fallar Vardy. Mavididi puso un gran centro y perdonó el goleador inglés, cediendo la oportunidad al Manchester de golpear.

Lo hizo con una acción que inició McAtee, que en un solo rato en el campo hizo más que Foden en casi una hora. Una croqueta de lujo pegada a la banda del canterano fue el inicio de una jugada que acabó con un testarazo de Haaland para la tranquilidad del equipo (74′). Protagonista Savinho esta vez como asistente. Y vuelta a defenderse, e incluso a perder tiempo, pues Ortega vio la amarilla por demorarse en un saque de portería ante nada menos que el Leicester, que aunque le puso voluntad para meterse en el partido, gozó de un último remate de Vardy que repelió la cruceta y poco más.