

El momento del plantillazo de Kylian Mbappé a Antonio Blanco durante el Alavés-Real Madrid de LaLiga 2024/25 / EFE
La temporada 2024-2025 no ha terminado y con casi total probabilidad ya sabemos cuál ha sido la entrada más criminal del curso. Corría el minuto 38 del Alavés-Madrid cuando Kilian Mbappé se fue con total predeterminación y alevosía a por la tibia de Antonio Blanco, que si hoy puede seguir jugando al fútbol es solamente porque en el momento del impacto tenía la pierna ligeramente levantada.
La entrada fue una salvajada gratuita, no solo porque podría haber terminado con la carrera de un compañero sino porque fue absolutamente injustificable: el Madrid acababa de avanzarse en el marcador y la jugada carecía de trascendencia. El jugador francés no tenía tampoco ninguna opción de disputar el balón, y su única y sorprendente intención fue hacer daño a un rival.
Maquillaje para intentar rebajar el castigo
Es decir, no estamos ante lo que los medios habituales han corrido a calificar como “entrada a destiempo” o “patada con el balón de por medio” sino que hablamos de una agresión violenta en toda regla en la que no hay ninguna intención de disputar el balón.
Mbappé, como es habitual, está siendo protegido por los medios oficiales, que intentan maquillar la realidad de su brutal entrada y evitar así que la sanción sea de más de dos partidos. Pero lo cierto es que con el reglamento en la mano el jugador francés debería perderse al menos cuatro encuentros y, por lo tanto, no debería poder jugar la final de Copa.
Reincidente Kylian
No es la primera vez que Mbappé es expulsado de un terreno de juego (con el PSG le sucedió tres veces) pero sí que es posiblemente la acción más violenta de su carrera futbolística. Y cuando un jugador de su talento realiza una entrada tan imperdonable siempre es que sucede algo anormal.
La explicación a su conducta sorprendente la encontramos sin duda en el contexto futbolístico en el que se encuentra. Porque le vendieron en verano que iba al mejor equipo del planeta y que podían ganarlo todo y se ha encontrado que el Madrid está siendo barrido por el Barça contra todo pronóstico.
Le prometieron que se entendería con Vinicius y que formaría con él la mejor delantera del mundo, y resulta que no solo son incapaces de entenderse sino que el tridente Rafinha-Lewandowski-Lamine ha pulverizado todos sus registros.
Lamine Yamal y el Balón de Oro
Y le dijeron que el club blanco era el mejor lugar para ganar el Balón de Oro y dar el salto definitivo en su carrera y se ha encontrado con que un adolescente blaugrana de 17 años puede arrebatarle todos los premios individuales.
Es decir, que aunque ya se ha puesto en marcha la maquinaria propagandística para cubrirle, la patada bestial de Mbappé no es ningún accidente fortuito o ni siquiera un “cruce de cables” puntual, sino que es consecuencia de la terrible frustración que arrastra desde que llegó al Real Madrid y ha podido comprobar que cualquier semblanza con todo lo prometido es pura coincidencia.
La entrada será convenientemente dulcificada para evitar que se complique aún más la triste temporada del Real Madrid, pero incluso los que le protegen saben que no puede, ni debe, jugar la final de Copa. Vamos a ver si los que tanto claman por la limpieza en el fútbol piden ahora una sanción ejemplar.