
El caso Dani Olmo está sacudiendo la actualidad futbolística nacional en los últimos días de 2024 y el arranque de 2025. Lo que está viviendo el FC Barcelona con el futbolista de Terrassa tiene un precedente ya en España. Ocurrió en Segunda División y en el Málaga CF del todavía presidente Al-Thani en esos momentos. El club malaguista, en 2019, no pudo inscribir a un jugador fichado y que ya había disputado partidos por culpa del límite salarial que empezaba a funcionar con dureza en LaLiga.
Hay que remontarse al verano de 2019. El Málaga acababa de quedarse a las puertas del ascenso después de volver a la categoría de plata tras un paso de diez años consecutivos en Primera. La plantilla y los sueldos eran altísimos y la estructura del club casi mantenía los niveles del año de la Champions. Era insostenible. A pesar de ello, José Luis Pérez Caminero, el que fuese jugador del Atlético, era director deportivo malaguista e hizo un fichaje de renombre para intentar de nuevo el ascenso de categoría. Se trataba de Shinji Okazaki. La estrella japonesa aterrizaba en la Costa del Sol tras haber levantado la Premier League con el Leicester años atrás.
Ambos organismos tienen claro que las peticiones azulgranas no tienen recorridotulo por defecto
Su fichaje fue portada mundial en medios de comunicación de medio mundo. El futbolista cayó de pie con la afición y en los primeros amistosos ya dejó detalles de mucha calidad. El verano iba avanzando y el Málaga no era capaz de deshacerse de las principales fichas que tenía en plantilla. Salarios prohibitivos para un equipo que había gastado toda la ayuda del descenso de LaLiga de una tacada el curso anterior.
La tragedia llegó el 2 de septiembre de 2019. El mercado se cerraba y el Málaga no tenía margen para firmar a Okazaki. Sobre las 23:00 horas de la noche, el delantero japonés llegaba a las oficinas de La Rosaleda para intentar firmar por el salario mínimo de la categoría, unos 80.000 euros netos. Sin embargo, como también le ocurrió a Isaac Cuenca con el Reus, LaLiga no daba veracidad a la bajada salarial de muchos ceros que el Málaga quería hacer al jugador nipón. El acuerdo no pudo firmarse y Tebas no dio luz verde a la inscripción. El Málaga tuvo que rescindir el contrato Okazaki, que pasadas las 00:00 horas abandonaba las oficinas de Martiricos con gesto muy contrariado.
Rescisión y salida
El ridículo fue internacional. El Málaga fue portada de todos los medios en Japón y Caminero tuvo que salir a dar la cara días después alegando que “conocían perfectamente las normas del límite salarial”, algo que se pudo comprobar que no era cierto. Okazaki acabó jugando en el Huesca, que lo firmó libre tras el cierre del mercado e incluso marcaría un golazo de chilena en La Rosaleda un par de temporadas después.
Los dos jugadores, que no pudieron ser inscritos antes del 31 de diciembre, se ejercitan con el grupo
El Málaga sobrepasó el límite salarial y fue sancionado por LaLiga a jugar la campaña 2020-21 con tan solo 18 fichas profesionales y un margen de 2,2 millones para elaborar la plantilla. Como han podido leer en esta Historia MARCA, no tuvo un final feliz para el equipo andaluz.