Raphael mantiene a todos ansiosos por la necesidad de conocer más detalles sobre cómo se encuentra y cómo afronta su revés médico. Hace justo ahora diez días ingresaba en el hospital, creyendo que estaba sufriendo un ictus. Muchas pruebas después determinaron que no era un fallo cerebrovascular, sino un “linfoma cerebral primario, con dos nódulos cerebrales en el hemisferio izquierdo, que justifican los síntomas neurológicos que presentó hace unos días”. Este diagnóstico, ofrecido en la tarde de este jueves, cayó como un jarro de agua fría sobre todos, especialmente en la familia Martos, que se ha volcado al completo en proteger y cuidar al patriarca. Ya emplazando las siguientes etapas de su tratamiento contra el cáncer en la comodidad de su mansión, han sido sus hijos quienes han continuado desvelando detalles sobre cómo se encuentra de salud y ánimos en estos instantes.

Este viernes abandonaba el Hospital Universitario 12 de Octubre para seguir batallando en su casa, rodeado de sus seres queridos. Especialmente de su mujer, Natalia Figueroa, que ya ha tenido ocasión de pronunciarse tras el diagnóstico recibido por su esposo. También sus hijos, quienes están haciendo las veces de improvisados portavoces, respondiendo amablemente las preguntas de los reporteros. El último en hacerlo ha sido Manuel Martos, desvelando nuevos detalles sobre la situación de su padre. Después de compartir un tiempo con él en el interior de su domicilio tras recibir el alta hospitalaria, ha explicado a los reporteros de ‘TardeAR’ que Raphael está “muy bien, muy tranquilo”. Sobre todo, lo que está es “muy animado” porque había podido volver a casa, donde cualquier problema se encaja de otra manera, con otro talante. Aquí intentará asimilar lo que está por venir, el proceso de recuperación y, sobre todo, dejarse mimar mucho por sus hijos y nietos, quienes estaban ansiosos por tenerle de regreso.

“Ahora que el tratamiento haga su efecto, que es lo que todos queremos”, reconocía Manuel Martos, que desvela los próximos pasos que su padre debe dar a la hora de presentar batalla al linfoma cerebral: “Tiene que ir de vez en cuando al hospital, pero de forma ambulatoria. Hay que tratarlo. Es un linfoma y está tratándose desde ayer. Lo bueno es que se ha visto muy claramente, rápido. Está muy claro qué es lo que le ha hecho pasar estos momentos, aunque fueran transitorios, el problema del habla que tuvo”, explicaba el hijo de Raphael al programa de Ana Rosa Quintana. Espacio en el que ha querido ofrecer tranquilidad, llamando a la calma al público y subrayando el buen estado de ánimo que acompaña a su padre en estos momentos, pese a que la salud le haya puesto en jaque: “A mejorar que es lo importante”, se despedía.

Poco antes de Manuel Marcos hablaba su hermano Jacobo. Respondía a las mismas preguntas sobre el estado de salud y ánimos de Raphael, mostrándose igual de optimista ante las circunstancias que les ha tocado atravesar: “Hay diagnóstico y tratamiento, que era lo fundamental”, destacaba por encima de cualquier preocupación. Están contentos de que se le haya detectado rápido el tumor cerebral, así como de haber encontrado un tratamiento recomendado para hacerle frente. “Él es una persona muy fuerte. El tratamiento a seguir en casa y con visitas periódicas al hospital. Él está muy animado. Tiene lo que tiene, pero esperemos que el tratamiento vaya muy bien”, aseguraba el hijo más desconocido del artista a los periodistas que hacían guarda a la espera del alta hospitalaria y buenas nuevas.