
Este domingo 12 de enero falleció en Caracas Isaías Rodríguez, exfiscal general durante el gobierno de Hugo Chávez Frías y funcionario que ejerció varios cargos desde que el militar ganó las elecciones de 1998.
Se desconocen las causas del fallecimiento.
Rodríguez nació el 26 de diciembre de 1942 en Guárico. Se graduó en derecho en la Universidad Central de Venezuela y fue vicepresidente ejecutivo de Venezuela, fiscal general de la República, y segundo vicepresidente de la Asamblea Nacional Constituyente, convocada en 2017 por Nicolás Maduro. También fue embajador en Italia hasta 2019.
Es recordado porque el 12 de abril de 2002, durante el golpe de estado contra Chávez, informó al país que el presidente estaba preso en Fuerte Tiuna y no había renunciado. Esto fue cabe para el regreso de Chávez al poder.
Militó en los partidos políticos Acción Democrática y MEP. Se uniría a la campaña de Chávez hacia finales de los años 90, luego fue electo senador en 1998 y constituyente en 1999.
Una extraña renuncia
En 2019, Rodríguez fue noticia por presentar su renuncia al cargo de embajador de Venezuela en Italia a través de un documento difundido por las redes sociales.
«Renuncio, presidente, a mis dosis de insomnio, estrés, aflicción y a las víboras con cabeza triangular que desde hace mucho tiempo lo acompañan”, dice Rodríguez en el documento..
“Mi esposa acaba de vender las prendas que le regaló su ex esposo, para poder mantenernos frente al bloqueo norteamericano. Estoy intentando traspasar el vehículo que compré al llegar a la embajada y, como usted sabe, no tengo cuenta bancaria, porque los gringos me sancionaron y la banca italiana me echó de su lonja”, agregó.
El 7 de mayo de 2019 se supo que la embajada de Venezuela en Roma llevaba tres meses sin poder pagar el alquiler de su sede ni los salarios de más de una docena de trabajadores debido a las sanciones financieras internacionales contra el régimen de Maduro.
«Debemos tres meses de alquiler y hemos recibido ya un aviso para desalojar la sede, aunque, como llevamos 25 años con esa inmobiliaria, han esperado tiempo de manera excepcional», explicó en aquel momento Rodríguez.
En la carta Rodríguez expresó que sentía orgullo de haber sido embajador y compañero de Maduro y que, tras su renuncia, siente como si le quitaran una de las tres contracturas que afirma tener en la columna.
“Guardaré los recuerdos que de usted tengo en una caja con pelotas de naftalina”, agrega.
“Su causa, que es la mía, me ha retenido como un campo de fuerza, como un imán. Con fe absoluta me he aferrado al chavismo, cual tabla en este océano de contradicciones que rodea su gobierno. He llegado, sin embargo, a comprender definitivamente que no puedo convertir el agua en vino, ni resucitar a los muertos. Muchos de sus discípulos tienen muy poco de apóstoles, y es cuando todos nos preguntamos ¿si es la Iglesia o Dios, quién está fallando?”, concluyó.