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Trump intentará salvar el ego imperialista de su amigo de Moscú (¡vaya dos patas pa’ un banco!), a la vez que la Unión Europea sigue en un proceso hacia ninguna parte (¡Ojo! que así lo decidimos los europeos con nuestro voto). La inmensa maquinaria … de propaganda rusa, con sus piratas y manipuladores de ‘fake news’, infectarán a todo aquel que se deje. La factoría de demagogia de Washington y los ultras europeos desde cualquier extremo excusarán al nuevo aprendiz de Stalin y hasta le aplaudirán. Pero no. Putin no ganará esta guerra por varios motivos, a cada cual más repugnante y criminal.
1.- El ‘Wall Street Journal’ cifró en más de 200.000 los soldados rusos caídos en el campo de batalla. Fuentes de Defensa británicas cuentan 600.000 rusos muertos. Partiendo de la base de que será imposible saber la cifra verdadera, no nos equivocamos si hablamos de cientos de miles de soldados enviados al matadero. Menudo éxito, aunque no le importen.
2.- Cabe recordar que Putin inició este desastre con la intención de invadir toda Ucrania y aplastar Kiev. Desde el norte (por Bielorrusia), desde el este (por el Donbás) y desde el sur (por Crimea). Tres años después, la bestia se queda con algo más de lo conquistado en 2014.
3.- El colega Ricardo Marquina me recordó la avalancha de heridos rusos y enfermos mentales derivados de la guerra de Chechenia. A partir de ahora, aunque los oculten, explotarán los traumas tras las masacres en Ucrania, en especial entre los miles y miles de rusos marcados de por vida.
4.- El miedo generado por un psicópata acomplejado en el este y el norte de Europa no es ningún éxito. Debería ser cuestión de tiempo que Polonia, Letonia, Lituania, Estonia, Suecia, Noruega y, sobre todo, Finlandia abran los ojos al resto Europa.
y 5.- La ultraderecha europea (anti-OTAN) aplaude y se rinde bajo Putin. La ultraizquierda (como parte del Gobierno de España) calla y otorga sumisa. De verdad, ¿el modelo que unos y otros quieren para Europa es el del Kremlin?
Concluyendo: la resistencia de Ucrania, tras tres años de ataques de Putin a militares, civiles e infraestructuras, jamás podrá ser considerada una derrota. Más bien, un ridículo para el imperialista invasor.
PD. Recuerdo al padre Vitali en su pequeña iglesia de Irpin. Y conservo un trozo de metralla que me dio tras desincrustarla de una pared del templo. Nunca olvidaré cómo describió la matanza de civiles que huían aterrados hacia Kiev en los primeros días de guerra. Como no olvidaré la imagen de la inmensa fosa común en un parque de Bucha, donde los soldados de Putin enterraron a cientos de civiles bajo el césped y los columpios, para disimular su barbarie. No. Un monstruo no puede ganar la guerra. Aunque su socio yanqui le limpie la sangre de las manos y todos los ultras del mundo le perdonen.
