
Un nuevo incendio sin controlar que afecta a miles de personas se decretó este jueves en el norte de Los Ángeles, sumándose a una ola de devastadores fuegos que asolan la ciudad, con al menos cinco muertos y 12.000 hectáreas quemadas.
Avivado por los fuertes vientos de Santa Ana, el incendio Kenneth, registrado a las 15:34 hora local (11:34 GMT), “amenaza a las comunidades y la infraestructura cercanas, lo que ha provocado órdenes de evacuación rápidas”, informó el Servicio de Bomberos de Los Ángeles (CalFire).
Los bomberos de los condados de Los Ángeles y Ventura se han desplegado por la zona para contener este incendio, que cubre por el momento una extensión de 20 hectáreas (50 acres).
El incendio presenta “un terreno desafiante y los vientos persistentes complican las actividades de extinción”, agregó Cal Fire.
Las órdenes de evacuación de las autoridades afecta a los poblados de West Hills, Valley Circle, Ingomar, Woodlake y Burbank, precisó un aviso de las autoridades.
Este incidente se suma a los cinco activos que mantiene desde el pasado 7 de enero a Los Ángeles sumido en una devastadora ola de incendios que tiene como principal foco la costa del Pacífico y Santa Mónica con el Pacific Palisades.
Este incendio en uno de los barrios más acaudalados de Los Ángeles no ha parado de crecer desde el pasado martes, con más de 7.000 hectáreas reducidas a cenizas y forzando la evacuación de decenas de personas.
Los incendios de Los Ángeles han dejado un saldo de cinco muertos, más de 12.000 hectáreas calcinadas y más de 5.000 estructuras destruidas desde su inicio el pasado 7 de enero.
Los bomberos, sobrepasados
Los bomberos de los devastadores incendios de Los Ángeles no dan a basto: trabajan sin descanso y a contrarreloj para contener el avance de los múltiples incendios que rodean la metrópolis y que están resultando imposibles de apagar porque se están quedando sin recursos.
Más de 4.000 efectivos se concentran en el incendio de Pacific Palisades, el foco de mayor actividad que ya ha arrasado con más de 7.000 hectáreas y destruido más de 5.000 estructuras, según el último balance de las autoridades.
Otros 700 se han desplegado a lo largo del conocido incendio Eaton, en la ciudad de Pasadena, que ha calcinado por completo 4.000 hectáreas y sigue sin estar controlado.
Con la concentración de todo el personal disponible en esos dos focos, el estallido de dos nuevos incendios, uno de ellos en las colinas de Hollywood, sumado a otro que se está logrando contener, han puesto en aprietos a un desbordado personal de bomberos y policías y varios de ellos, jugándose la vida combatiendo las llamas, han resultado heridos.
Las llamas del incendio Sunset, en las colinas de Hollywood, obligaron a decretar la advertencia de evacuación en el emblemático Paseo de la Fama de Hollywood, uno de los atractivos turísticos de la ciudad en el que se ubican el histórico Teatro Chino, el Dolby donde se celebran los premios Óscar.
La alerta fue levantada esta mañana tras controlar el empuje de las llamas en el parque Runyon Canyon, un conocido parque que ha sufrido los estragos de las llamas y que, según los efectivos, tardarán años en recuperarse.
“Estamos mirando alrededor para ver si hay puntos calientes. Una vez que se da la vuelta (y se rodea un monte) se ve este cañón todo quemado hasta arriba”, avisa a EFE un oficial desplazado este jueves a este terreno, frecuentado habitualmente por cientos de personas que se aventuran en sus serpenteantes caminos para hacer rutas de senderismo.
En esta zona, donde ya no discurren las fuertes rachas de viento que han originado esta ola de incendios en la ciudad, se ha podido contener las llamas, pero en otros puntos como en el barrio de Palisades sigue siendo complicado adentrarse entre las llamas.
Esos fuegos “no los podemos detener, por lo que ahí hacemos lo que podemos: vamos a proteger las estructuras, tal vez pequeños incendios puntuales y lo vamos a contener lo mejor que podamos”, explicó a EFE Chad, un efectivo del Departamento de Bomberos de Los Ángeles.
Sin agua por la “tremenda demanda”
A los equipos de socorro que se han unido a las labores de extinción desde otros puntos de California, se suma el envío de diez helicópteros de la Marina por parte del Pentágono, cinco avionetas cisterna y decenas de camiones para combatir los incendios.
Ante la proliferación de los múltiples focos activos que se abren impulsados por los fuertes vientos de Santa Ana, el desplazamiento de personal de un foco a otro es constante, pero se añade otro problema: la escasez de agua.
Los tanques de almacenamiento de agua en el área de Palisades “se secaron”, lo que ha disminuido el flujo de agua de los hidrantes y bocas de incendio que se encuentran en elevaciones de terreno elevadas, informó en una rueda de prensa la directora del Departamento de Agua y Energía de Los Ángeles, Janisse Quiñones.
Entre la falta de agua y que el personal es insuficiente, los fuertes vientos de Santa Ana amenazan con quedarse hasta la tarde del viernes, según el último boletín del Servicio Nacional de Meteorología (NWS).