
La política monetaria de Estados Unidos no solo influye en las tasas de interés o en el valor de los dólares frente a otras monedas. También se manifiesta de forma concreta en la circulación de sus billetes. Actualmente, un programa de la Reserva Federal busca retirar de circulación los billetes en mal estado.
Y eso no es todo: ya comenzaron con las denominaciones más utilizadas en América Latina: 20, 50 y 100 dólares.
Los dólares manchados, rasgados, quemados o deteriorados por el uso excesivo son retirados de manera sistemática. Aunque este procedimiento no representa una novedad dentro del sistema financiero estadounidense, lo cierto es que muchas personas fuera del país desconocen cómo proceder cuando tienen en sus manos uno de estos billetes.
¿Qué billetes están en la mira?
Los que presentan daño físico, como cortes, manchas de tinta o partes faltantes, entran automáticamente en el grupo de billetes considerados inutilizables. Para Estados Unidos, mantener un sistema de circulación limpia y segura es una prioridad, y el retiro de este tipo de papel moneda se convierte en una medida clave para evitar falsificaciones o problemas en los sistemas de pago automático.
Esta política afecta principalmente a las denominaciones de 20, 50 y 100 dólares. Se trata de billetes muy comunes en operaciones de comercio informal, turismo y ahorro personal, por lo que muchas veces se conservan durante años en cajas de seguridad o escondidos en domicilios sin control de su estado físico.
Quienes reciban o tengan uno de estos billetes dañados pueden encontrarse con una sorpresa desagradable al intentar cambiarlo o utilizarlo. Bancos, casas de cambio e incluso comercios suelen rechazar los ejemplares que muestran señales evidentes de deterioro, especialmente en países donde no existen canales directos para el canje oficial.
¿Cómo canjear un billete deteriorado?
La única vía oficial para recuperar el valor de un billete fuera de circulación es enviarlo directamente a la Oficina de Grabado e Impresión (BEP, por sus siglas en inglés), ubicada en Washington DC. El procedimiento requiere algunos pasos concretos:
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El billete debe enviarse por correo, junto a una carta explicativa donde se detalle el monto y las circunstancias en que se produjo el daño.
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Es indispensable incluir los datos personales del remitente para que, si la evaluación resulta positiva, se pueda gestionar la devolución del dinero.
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La dirección oficial de recepción es:
Bureau of Engraving and Printing, Mutilated Currency Division, Office of Financial Management, 14th and C Streets SW, Washington, DC 20228.
La BEP analiza cada caso en detalle. Si logra verificar que el billete es auténtico y que cumple con los requisitos para su reembolso, el titular recibirá una compensación equivalente al valor original del dinero enviado.
Nuevos billetes en camino: más seguridad y tecnología
El retiro de billetes deteriorados no es el único cambio que proyecta Estados Unidos en materia de circulación monetaria. La Reserva Federal impulsa un plan de rediseño total del dólar. El objetivo principal es modernizar los billetes y aumentar las medidas de seguridad ante falsificaciones, además de facilitar su uso en dispositivos de cobro automático.
Los nuevos diseños alcanzarán a todas las denominaciones, desde los 5 hasta los 100 dólares, e incorporarán mejoras visuales, materiales más resistentes y elementos de autenticación avanzados. Si bien el cronograma para esta renovación se implementa de forma gradual, el mensaje es claro: los billetes actuales tienen fecha de caducidad.