
Tras la sorpresiva confirmación a última hora del martes de que los cinco asilados por el gobierno de Javier Milei en la residencia argentina en Caracas había sido sacados de la misma tras más de un año de encierro y asedio por partes de las fuerzas chavistas, comenzaron las preguntas y también la guerra de versiones.
Por empezar, fuentes venezolanas cercanas a María Corina Machado, afirmaron a Clarín que la mamá de la líder opositora, Corina Pariska también se había escapado de Venezuela con los cinco colaboradores de la dirigente.
Por otro lado, mientras la participación de Brasil, que vela por los intereses argentinos en Venezuela desde que Nicolás Maduro echó a todo el cuerpo diplomático de este país, y la de Argentina no aparecen en un lugar central de la liberación, en las últimas horas sí se hace fuerte la tesis de que fueron Estados Unidos con ayuda de Italia estuvieron por detrás del operativo secreto que los pudo sacar de la embajada, con un rol preponderante, claro, del gobierno de Donald Trump.
Ya el lunes comenzó a correr un rumor entre los periodistas que siguen las relaciones exteriores, entre ellos Clarín. Pero la noticia sorprendió el martes. Hasta ahora, el único detalle contundente lo dio el secretario de Estado, Marco Rubio, quien por escrito habló del “exitoso rescate de todos los rehenes retenidos por el régimen de Maduro” en la sede argentina en Caracas, adonde se habían metido en calidad de huéspedes el 20 de marzo de 2024 y luego obtuvieron la condición de asilados por parte de Milei, sin que se lograra después que el régimen les diera el salvoconducto. El gobierno de Trump deberá dar más información con el correr de las horas.
Rubio habló de “una precisa operación” y extendió la “gratitud a todo el personal involucrado” en la misma y a los “socios que ayudaron a asegurar la liberación segura de estos héroes venezolanos” que, por ahora rechazaron hablar con la prensa argentina, que siguió su caso con preocupación durante todo este año y dos meses.
Tanto Milei a través de un comunicado de la Casa Rosada, como el ministro Gerardo Werthein, con otro texto de la Cancillería argentina, celebraron y agradecieron a Washington el operativo que, en Venezuela es presentado como una negociación entre partes. Y esas partes son Caracas y Washington. Una fuente extranjera le dijo a este diario que los asilados están en los Estados Unidos, que se desconoce si querrán venir o no a vivir a la Argentina o querrán vivir en territorio estadounidense donde Trump endureció sus deportaciones para los inmigrantes, aunque en este caso es una situación particular.
La periodista cercana al régimen, Madelein García, mostró una imagen no vista este martes en las madrugada. Manejando por la residencia exhibió imágenes de sus puertas abiertas y un alrededor de absoluta tranquilidad, cuando todos los días anteriores desde hace más de un año -pero sobre todo desde agosto pasado cuando todo el personal diplomático argentino fue obligado a irse porque Milei no reconoció a Maduro como presidente reelecto el 28 de julio-, los asilados enfrentaron una vigilancia de 24 horas de las fuerzas bolivarianas. Les llegaron a poner francotiradores para asustarlos más. Les cortaban el agua, la luz eléctrica y el partido de Machado, Vente Venezuela, los alimentaba vía delivery.
Desde el año pasado, tanto la ex canciller Diana Mondino como Patricia Bullrich venían pidiéndole ayuda a Marco Rubio no sólo con la salida de los asilados. A ellos se sumó la desventura del gendarme Nahuel Gallo, detenido posiblemente en la prisión de El Rodeo, desde que lo atraparon al cruzar la frontera colombo-venezolana el 8 de diciembre pasado. Iba a visitar a su hijo argentino, de dos años, fruto de una pareja con una joven venezolana
Clarín supo en estas horas que el enviado de Trump a Caracas el 31 de enero pasado, Richard Grenell, pidió no sólo por los detenidos estadounidenses que luego fueron liberados sino también por los asilados argentinos. Rubio tenía un compromiso con ello. Y se sabe que cuando intentaron meter al gendarme Gallo en esa negociación, no hubo posibilidad alguna. Por ahora, el joven efectivo de la Gendarmería Nacional está en un limbo jurídico. El chavismo lo acusa de ser “parte” de un “complot internacional”.
Por su parte Brasil, sin relación con Milei, y distanciado de Maduro tras sus críticas por las elecciones del 28 de julio y por su negativa a que Venezuela entre a los BRICS, pidió siempre un salvoconducto para los asilados. Y también hizo consultas por el gendarme, que es otra negociación.
Aunque en estas horas se habló de que Nayib Bukele se había involucrado directamente con los asilados, lo que dijo el presidente de El Salvador en abril pasado es que le ofrecía a Maduro entregarle 252 presos deportados por Estados Unidos y encarcelados en su país a cambio de la misma cantidad de presos políticos. La lista mencionaba a los cinco asilados en la embajada argentina y al gendarme Nahuel Gallo, que sigue preso en otra situación.
Entre tanto, el régimen venezolano guardaba oficialmente silencio hasta esta hora. Maduro llegó a Moscú para participar de los 80 años de la victoria soviética sobre las tropas nazis que marcó el final de la Segunda Guerra Mundial. Este miércoles reunión con Vladimir Putin, que encabezará la ceremonias de lo que en Rusia se conoce como la Gran Guerra Patriótica.