Guayaquil (Ecuador), 5 ene (EFE).- Unos incidentes en la cárcel La Roca, de Guayaquil, la prisión de máxima seguridad de Ecuador, provocaron este domingo el traslado temporal del exvicepresidente Jorge Glas, quien está recluido en ese centro tras ser detenido por la Policía el pasado 5 de abril en la Embajada de México de Quito.

Así lo informó el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI), el ente que administra las prisiones en el país, que detalló que los incidentes fueron provocados por reos “en una clara estrategia para desestabilizar el orden y la paz en el país”, y precisaron que tras una revisión en busca de armas, Glas volvió a ser recluido en La Roca.

Según las autoridades, el intento de los prisioneros “de alterar la tranquilidad nacional” activó los protocolos de seguridad en coordinación con las Fuerzas Armadas para controlar la situación, por lo que trasladaron temporalmente a quien fue vicepresidente en el Gobierno de Rafael Correa (2007-2017) “con el objetivo de garantizar su bienestar e integridad”.

Previamente, la abogada de Glas, Sonia Vera, escribió en su cuenta de la red social X que el político había sido trasladado de la cárcel tras un supuesto intento de “atentar” contra su vida.

“El intento de atentar contra la vida de Jorge Glas es el resultado de un Estado que lo ha condenado al peligro, la tortura y la muerte lenta. Su evacuación de emergencia confirma lo que hemos denunciado una y otra vez: están jugando con su vida deliberadamente. Jorge está expuesto a un entorno que no protege su vida, sino que la amenaza día tras día. Si algo le sucede, será un crimen del Estado”, advirtió.

“Esta realidad exige de manera urgente la intervención de organismos internacionales”, agregó Vera, quien precisó a EFE que tras la alerta recibida, otro de los abogados dee Jorge Glas “intentó verlo, y no lo dejaron”.

Sin embargo, ninguna institución gubernamental confirmó los hechos denunciados por la jurista.

Horas después del incidente, la situación en los alrededores de la prisión era tranquila, sin presencia de vehículos policiales ni militares, según pudo constatar EFE.

Tras el traslado temporal de Glas tuvo lugar un operativo de control de armas, municiones y explosivos, pero las autoridades no han precisado si hubo algún decomiso.

Glas fue uno de los hombres fuertes del Gobierno de Correa y ocupó el cargo de vicepresidente entre 2013 y 2017, así como también durante los primeros meses del mandato presidencial de Lenín Moreno (2017-2021), hasta que comenzaron las investigaciones en su contra.

Glas siempre ha rechazado las imputaciones y acusaciones en su contra, y dice ser un perseguido político.

En el momento de su detención en la Embajada de México en Quito, el día en que había recibido asilo, Glas tenía pendiente de cumplir una pena de ocho años de cárcel por dos condenas por corrupción dictadas en 2017 y 2020, por las que ya había purgado alrededor de cinco años.

A finales de 2022 salió en libertad por orden de un juez, que posteriormente fue condenado a dos años de prisión por prevaricación (dictar una sentencia injusta a sabiendas).

La orden judicial de detención contra Glas fue emitida en el marco de un tercer proceso penal en su contra por presunto peculado (malversación de fondos públicos) en las obras de reconstrucción tras el terremoto de 2016, un caso por el que ha sido imputado. EFE