La situación del cabo primero de Gendarmería, Nahuel Gallo, detenido ilegalmente en Venezuela, genera preocupación en el ámbito gubernamental argentino. Alberto Fohrig a cargo del Área de Cooperación internacional del Ministerio de Seguridad de la Nación brindó  los detalles que se saben sobre el caso, que se complica debido a la falta de información del régimen venezolano.

Fohrig explicó a Cadena 3 que Gallo fue detenido al intentar ingresar a Venezuela desde Colombia para reunirse con su pareja y su hijo, ambos de nacionalidad venezolana para pasar con ellos las fiestas.

“Aparentemente en ese contexto fue detenido por personal del régimen”, indicó el funcionario. 

Hasta el momento, no se conocen los motivos específicos de la detención ni si existe alguna acusación formal en su contra, pero una de las hipótesis es que se lo acusa de espionaje y está detenido en una base de inteligencia en Táchira. 

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“En principio, lo que está haciendo el régimen de Maduro, no sólo en este caso, sino con muchos casos ya de colombianos, peruanos, españoles, es la detención de extranjeros fundados en que están realizando actividades de espionaje. Interviene en ese caso una dirección que se llama Dirección de Contrainteligencia Militar, directamente vinculada a Maduro, y por lo tanto este patrón podría haber sido el que se aplicó al gendarme Gallo”, explicó. 

En este sentido, Fohrig aclaró que Gallo cumple funciones en Mendoza y que no tenía asignación, tarea, actividad en Colombia, ni en ningún lugar fuera de Argentina. “Hizo un pedido formal documentado a las autoridades venezolanas de su visita por motivos de carácter familiar, por las fiestas. Nadie que tenga actividades de espionaje va a pedir una autorización oficial exponiendose”, planteó.

Fohrig también destacó que el régimen venezolano se encuentra en una situación crítica y que este tipo de detenciones podría ser parte de una estrategia para negociar canjes de prisioneros. “El régimen está en una fase realmente terminal, y por lo tanto se aplican este tipo de medidas”, añadió.

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Además recordó la complejidad del contexto actual, señalando que la embajada argentina en Caracas enfrenta un asedio constante, lo que ha dificultado la comunicación y la asistencia a Gallo. “La Argentina había alojado en su embajada a personas disidentes del régimen chavista, y eso generó un asedio que lleva meses”, recordó.

En cuanto a las gestiones para la liberación de Gallo, Fohrig comentó que el canciller argentino trabaja en la búsqueda de intermediaciones, incluyendo posibles diálogos con el Vaticano. “Hay distintas instancias de búsqueda de intermediación de terceros actores con el objetivo de lograr un diálogo que lleve a la liberación inmediata”, afirmó.

Entrevista de Miguel Clariá