Wilexis Acevedo fue por mucho tiempo uno de los criminales más buscados de Venezuela, y líder de la megabanda homónima que controlaba el barrio José Félix Ribas, el más grande de la violenta barriada de Petare, al este de Caracas, desde al menos 2017.
Wilexis era perseguido por múltiples delitos, entre ellos extorsión, secuestro, robo y microtráfico de drogas. El gobierno venezolano ofrecía US$150.000 por información sobre su paradero. A pesar de los numerosos y constantes operativos en su contra, logró evadir a las autoridades hasta enero de 2025, cuando murió en un presunto enfrentamiento con las autoridades.
Historia
La carrera criminal de Wilexis inició cerca de 2003 al este de Caracas. Comenzando en los eslabones más bajos del crimen, fue creciendo en influencia y actividades criminales, hasta que formó una pequeña banda dedicada a cometer secuestros, robos y sicariatos. Durante la década siguiente, el grupo consolidó su poder, favorecido por la falta de acción de las fuerzas de seguridad y la impunidad en el país.
Entre 2015 y 2016, los operativos policiales desplegados en Petare desmantelaron a muchos de los grandes grupos que operaban en el sector, y aunque la banda se vio afectada, logró sobrevivir y consolidarse. Para 2017, la banda empezó a perfilarse como la más fuerte del barrio José Félix Ribas, teniendo en sus filas entre 120 y 200 hombres.
Múltiples residentes de la zona, entre políticos locales y periodistas entrevistados por InSight Crime bajo condición de anonimato, aseguran que el crecimiento de Wilexis fue permitido por el alcalde del municipio Sucre desde 2017, José Vicente Rangel Ávalos.
Desde su ascenso, Wilexis estableció una gobernanza criminal basada en ayudar a los residentes del barrio. Para la comunidad se convirtió en el juez y verdugo, resolviendo problemas vecinales. Impuso políticas locales, organizó eventos sociales en el sector, dio regalos a los niños y entregó cajas de alimentos subsidiadas por el gobierno a las familias necesitadas. También garantizaba la seguridad de la zona, prohibiendo a los miembros de su grupo robar a los habitantes.
En enero de 2019, la comunidad del barrio José Félix Ribas protestó contra el gobierno y fue fuertemente reprimida por cuerpos de seguridad. La banda de Wilexis hizo frente a los policías, y, como resultado, Wilexis entró en la lista de enemigos públicos del gobierno.
Wilexis vio su control del territorio amenazado por primera vez entre abril y mayo de 2020. Una banda criminal, liderada por Chistian Rene Tovar Uribe, alias “El Gusano”, comenzó a disputarle el control de José Félix Ribas. Aunque varios medios de comunicación reseñaron que Tovar fue enviado a Petare desde la cárcel de Tocorón, dominada entonces por el Tren de Aragua, no hubo evidencia que comprobara esta versión.
El 6 de mayo de 2020, en medio del enfrentamiento contra la banda rival, el presidente Nicolás Maduro acusó sin pruebas a Wilexis de colaborar con la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (Drug Enforcement Administration, DEA) y usar el conflicto como una distracción para llevar a cabo la Operación Gedeón en contra del gobierno, por lo que ordenó su captura. Tras la alocución de Maduro, el medio NTN24 recibió un audio de un hombre que se identificó como Wilexis Acevedo, negando las acusaciones y alegando no tener contacto con la DEA, ni interés en que el presidente saliera del poder. A pesar de sus declaraciones, las fuerzas de seguridad iniciaron operativos para dar con el paradero de Wilexis.
Dos semanas después, una comisión de la policía mató a El Gusano, lo que puso fin a la disputa. Y aunque los operativos contra Wilexis continuaron, el delincuente logró escapar.
Wilexis regresó al barrio José Félix Ribas en julio 2020, donde mantuvo un bajo perfil hasta que en noviembre de ese año, fue localizado en operativo de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) de la policía y resultó herido, pero pudo escapar nuevamente.
Luego de superar la dura persecución en su contra durante 2020, Wilexis evitó llamar la atención de las autoridades durante casi un año. Sin embargo, un oficial de la FAES afirmó en entrevista con InSight Crime, que en octubre del 2021, Wilexis inició una campaña de expansión en zonas aledañas, enfrentándose con las pequeñas bandas que habían prosperado en su ausencia.
Wilexis volvió a ser noticia en 2024, en medio de las protestas generadas por los cuestionados resultados de las elecciones presidenciales. El régimen lo vinculó con los “comanditos” organizados por la líder opositora María Corina Machado, tras defender nuevamente a los vecinos que salieron a manifestarse contra Nicolás Maduro.
Seis meses después, miembros del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) de Venezuela mataron a Wilexis durante un operativo policial a pocos kilómetros de José Félix Ribas, su bastión durante años.
Actividades criminales
Wilexis era buscado por múltiples delitos, entre ellos extorsión, secuestro, robo y microtráfico de drogas.
Su banda se dedicaba principalmente a la extorsión de comerciantes formales e informales de la zona. Exigían pagos para permitirles seguir operando, los cuales eran cancelados de forma semanal o mensual, dependiendo del acuerdo entre la banda con el dueño del negocio.
Por su parte, cuando el secuestro era una de las economías más lucrativas de la banda, las víctimas eran captadas en Caracas, o sus alrededores, y retenidas en casas de los miembros del grupo dentro del barrio.
Geografía
Petare, la parroquia ubicada en el municipio Sucre del estado Miranda, que hace parte del área metropolitana de Caracas, fue territorio estratégico para Wilexis y su banda. Su alta densidad poblacional, y los confusos caminos de la barriada, les permitían escapar de los operativos policiales.
Wilexis consolidó su mayor dominio en el barrio más grande de Petare, José Félix Ribas, especialmente desde la zona 6 a la 10. Su banda también logró extender su presencia en los barrios aledaños, como Maca, Barrio Unión, La Bombilla, Simón Bolívar, y 24 de Marzo.
Miembros de la banda de Wilexis también han usado los suburbios de Caracas como refugio, como Los Teques, Guatire y Valles del Tuy, en donde efectivos policiales han encontrado a miembros del grupo.
Aliados y enemigos
El principal aliado de Wilexis fue el alcalde del municipio Sucre, José Vicente Rangel Ávalos, según múltiples residentes de José Félix Ribas, políticos locales y periodistas entrevistados por InSight Crime bajo condición de anonimato. En mayo de 2020, en medio de la persecución a Wilexis, Rangel Ávalos organizó una reunión con mediadores de Wilexis para acordar un cese al fuego.
Luego de los operativos, Wilexis regresó a José Félix Ribas y el alcalde continuó siendo su aliado, dijeron tres fuentes independientes a InSight Crime bajo condición de anonimato.
Entre los principales enemigos de Wilexis figuraba el Colectivo Oswaldo Arenas, el colectivo más importante del municipio Sucre, dedicado a la extorsión y a la venta de alimentos en el mercado negro. Wilexis logró mantener bajo control a los integrantes de este colectivo, imponiéndoles la prohibición de ingresar al barrio José Félix Ribas, según múltiples fuentes consultadas por InSight Crime.
Perspectivas
A pesar de convertirse en uno de los principales objetivos del régimen venezolano, las autoridades enfrentaron grandes dificultades para dar con su paradero. Esto se debió a su capacidad para ganar el apoyo de la comunidad, la corrupción policial y las dimensiones de Petare.
La ausencia de Wilexis podría desatar una disputa entre las pequeñas bandas del área, las cuales buscarían apropiarse de sus territorios, lo que podría incrementar la violencia en el barrio. Colectivos, como el Oswaldo Arenas, podrían intentar expandir su presencia en la comunidad y apoderarse de economías ilícitas como la extorsión. Esto podría verse favorecido por el respaldo de Maduro a los grupos criminales que le garanticen el control social sobre las comunidades.