
Difícil, pero no imposible. Mikel Arteta sabe mejor que nadie que tendrá que exprimir mucho más a su Arsenal para darle la vuelta a la eliminatoria (0-1) y obrar la épica en París con el ansiado premio del billete a la final de Múnich del próximo 31 de mayo. Luis Enrique sale vencedor con merecimiento de una primera batalla marcada por la aparición estelar de un Ousmane Dembélé que provocó más de un infarto en Francia por unas molestias que no parecen afectarle de cara a la segunda semifinal. Y por los dramas de los ‘Gunners’.
En el Emirates Stadium se respiraba un ambiente de noche histórica, y es que la última vez que vieron un partido de su equipo en esta ronda fue en la temporada 2008/09, cuando cayeron eliminados a manos del Manchester United de Sir Alex Ferguson. Arteta devolvió la esperanza a su afición, que acabó marchándose con un sabor agridulce tras el pitido final y la derrota por la mínima en el marcador. La sensación fue de alivio y de esperanza de cara a la vuelta, donde no podrán cometer los mismos errores. El PSG de Luis Enrique dominó gran parte del encuentro y castigó un centro del campo formado por Rice, Odegaard y Merino que sufrió demasiado la ausencia del sancionado Thomas Partey (que sí estará en París). Compitieron, tuvieron ocasiones claras, pero no fue suficiente.
UN PROBLEMA DE DIFÍCIL SOLUCIÓN
Cuando Mikel Arteta miraba al banquillo en busca de soluciones, tras los paradones de un crecido Donnarumma que negó el empate a Trossard, Martinelli o Saka, se veía obligado a darse media vuelta y tratar de darle la vuelta al partido con lo que tenía. Con Thomas Partey sancionado y Calafiori, Havertz, Jorginho, Gabriel Jesus, Gabriel Magalhaes y Tomiyasu lesionados, las opciones eran mínimas: Ben White ingresó en el 83′ y Nwaneri en el 90′, dejando a Sterling o Zinchenko sin minutos. Las comparaciones con el PSG son odiosas, pues Luis Enrique dio entrada a Barcola (70′), Gonçalo Ramos (76′) y Zaïre-Emery (89′), tres futbolistas diferenciales en ataque que a punto estuvieron de poner el 0-2. Así es muy difícil competir.

Thomas Partey, esta temporada con el Arsenal / VINCE MIGNOTT / EFE
Tras el partido, Arteta reflexionó sobre la derrota y afirmó que “mi mensaje es exactamente el mismo después de ganar al Real Madrid en casa por 3-0: tenemos que ir a París y ganar el partido. No puedes dominar a este equipo (PSG) en 95 minutos. Imposible. Olvídate. Tienes que entender qué significa dominarlos y en qué zona del campo. Si quieres ganar la Champions League, tienes que hacer algo especial y vamos a tener que hacer algo especial en París para estar allí”.
Mikel Merino, que vio frustrado su golazo de cabeza tras una revisión minuciosa del VAR, expresó su opinión tras el partido: “Esto es fútbol de élite, y unos pocos centímetros pueden determinar tu futuro. Así que, ojalá en el partido de vuelta, esos 10 centímetros puedan ir de nuestro lado”.
‘SU’ CUBARSÍ DE CONFIANZA
Con 18 años y 215 días, Myles Lewis-Skelly se convirtió en el futbolista inglés y de la Premier League más joven en disputar unas semifinales de Champions. Un récord que le duró sólo unos minutos con la entrada de Ethan Nwaneri en el descuento, compañero y amigo de su etapa en la academia, que rompió el registro con 18 años y 39 días. Anoche Lewis-Skelly volvió a demostrar que su temporada es de matrícula de honor y que está sobradamente preparado para escenarios de máxima exigencia, como ya demostró de sobras en los cuartos de final ante el Real Madrid. Ayudó a su equipo en salida de balón para liberarse de la presión más asfixiante de los hombres de Luis Enrique, con sus conducciones más poderosas entre líneas y ofreciéndose constantemente en zonas de riesgo.

Lewis-Skelly, en el duelo ante el PSG / @OptaJoe
Por su liderazgo y su capacidad de asumir la responsabilidad en momentos donde otros jugadores de su edad se esconderían detrás del banquillo, Lewis-Skelly recuerda a un Pau Cubarsí que es el ejemplo perfecto de un defensor de 18 años plenamente adaptado al fútbol de élite que no sólo tiene unas condiciones privilegiadas sino una capacidad pasmosa para sostener a su equipo en situaciones de máximo peligro. Es una de las grandes esperanzas de cara a la vuelta, seguro.
ROONEY NO SE CORTA
En Inglaterra reina un ambiente gris tras la derrota del Arsenal, dándose cuenta de que su único representante inglés en semifinales está al borde de la eliminación. La euforia desatada tras la épica eliminación del Real Madrid ha pegado un bajón importante, y así se vio reflejado en el norte de Londres. Wayne Rooney, ahora analista en ‘Prime Video’, señaló el principal problema en la derrota de los de Arteta.
“Me decepcionó la afición. Contra el Real Madrid presionaron mucho al equipo. Esta noche me pareció que estaban un poco apagados. Los jugadores necesitan ayuda, y en partidos importantes, en semifinales de la Champions League, puede marcar la diferencia. Sé que han pasado por mucho, pero quizá si hubieran aportado la misma energía que contra el Real Madrid, eso habría levantado a los jugadores un cinco por ciento“, explicó.
Thierry Henry, leyenda del Arsenal y comentarista en Inglaterra, reconoció la superioridad del PSG en el partido y añadió que “el Arsenal tiene que cambiar muchas cosas para asegurarse de ganar al PSG”, dejando abierta la posibilidad de remontada en la vuelta.