

La oferta del presidente salvadoreño Nayib Bukele al dictador Nicolás Maduro para intercambiar detenidos venezolanos que fueron enviados desde Estados Unidos por presos políticos fue recibida con una mezcla de cautela e interés por el gobierno argentino. Es que entre los potenciales candidatos a participar de ese canje podrían estar el gendarme Nahuel Gallo y las cinco personas que están asiladas en la Embajada argentina en Caracas.
“Es una idea interesante y hay que explorar su viabilidad”, respondió de manera escueta una alta fuente del Gobierno, ante una consulta de Infobae, respecto de la propuesta que hizo el presidente Bukele mediante un mensaje publicado en sus redes sociales.
El gendarme Gallo está secuestrado y con paradero desconocido desde el 8 de diciembre -sin asistencia legal ni consular- y tampoco se conocen los motivos de su arresto. Los opositores venezolanos Pedro Urruchurtu Noselli, Magalli Meda, Claudia Macero, Humberto Villalobos y Omar González están desde marzo del año pasado asilados en la residencia del embajador argentino en Caracas y pesa sobre ellos un pedido de arresto.

“Señor Nicolás Maduro. Usted ha dicho en numerosas ocasiones que quiere a los venezolanos de regreso y en libertad. A diferencia de usted, que tiene presos políticos, nosotros no tenemos presos políticos. Todos los venezolanos que tenemos bajo custodia fueron detenidos en el marco de una operación contra pandillas como el Tren de Aragua en Estados Unidos”, planteó el presidente salvadoreño.
“Quiero proponerle un acuerdo humanitario que contemple la repatriación del 100 % de los 252 venezolanos que fueron deportados, a cambio de la liberación y entrega de un número idéntico (252) de los miles de presos políticos que usted mantiene”, escribió Bukele, mediante un mensaje directo a Maduro.
Entre los potenciales candidatos para realizar ese canje, Bukele incluyó a “los dirigentes políticos asilados en la embajada”, como así también otros presos políticos de varias nacionales, entre ellas, la argentina. El único que está en esa condición es el gendarme Gallo. Infobae se comunicó con la esposa del uniformado, María Alexandra, pero declinó hacer declaraciones.
Más allá de que en el gobierno argentino reconocieron que la propuesta del presidente salvadoreño en términos políticos es “interesante”, aclararon que no fue consultada previamente con Buenos Aires. Argentina y Venezuela tienen sus relaciones rotas desde agosto del año pasado, cuando los diplomáticos fueron obligados a abandonar el país en 48 horas.
Desde ese momento y hasta ahora, la residencia, la Embajada y todos los intereses diplomáticos argentinos quedaron bajo protección de Brasil. De hecho, la bandera verdeamarela flamea todavía en reemplazo del Pabellón Nacional.
El choque entre Javier Milei y Nicolás Maduro escaló después que el gobierno argentino fue el primero de la región que desconoció los resultados de las elecciones presidenciales, cuyos números quedaron bajo la sospecha de fraude a gran escala.
En este contexto, la policía política de la dictadura caribeña redobló el asedio a la Embajada donde están refugiados los opositores y luego arrestó al gendarme Nahuel Gallo.

La tensión de Argentina con Venezuela no es muy distinta a la que tiene el régimen autocrático caribeño con El Salvador. Las diferencias entre ambas naciones se agravaron después que Bukele aceptó el pedido de Donald Trump para recibir a los detenidos acusados de integrar la organización criminal multinacional conocida como Tren de Aragua que habían sido arrestados en operativos policiales.
La atención de parte del gobierno argentino sobre la posibilidad de que pueda prosperar ese intercambio es que la dictadura que conducen Maduro y Diosdado Cabello quiera repatriar a algún venezolano con conexiones políticas. Y también, porque no descartan que el tema haya sido conversado en la reunión que tuvieron Bukele y Trump en Washington la semana pasada.