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Pep Guardiola ha asumido con naturalidad el emparejamiento del Manchester City con el Real Madrid. Con naturalidad y con cierta guasa. Es el cuarto enfrentamiento consecutivo en la Champions entre ambos equipos. “Ya parece un derbi”, bromeó en alusión a la frecuencia con que se repite.
La otra opción en el sorteo dirigido de la UEFA era el Bayern de Múnich, uno de sus exequipos, y del que procedía cuando aterrizó el Manchester en 2016, con lo que el morbo estaba asegurado. “Jugar contra cualquiera de los dos siempre va a ser duro”.
Y más en esta ocasión para un City que pasa por el peor momento desde la llegada de Guardiola. Descolgado de la cabeza de la Premier, a 12 puntos del Liverpool, se clasificó en la última jornada de la Champions con una imprescindible victoria sobre el Brujas y en la que tuvo que remontar el marcador. Ahora el City no es el favorito para medirse frente al Madrid.
Un feliz Guardiola festeja junto a Bernardo Silva el triunfo sobre el Brujas. / Dave Thompson
Guardiola tiene un par de semanas para recuperar a sus futbolistas del alud de lesiones que ha sufrido la plantilla. Entre ellos no estará el añorado Rodri. Apenas se han cumplido cuatro meses desde que fuera operado el 27 de septiembre del ligamento cruzado de la rodilla derecha.
“Hay un tiempo que se debe respetar”, dijo Guardiola, recordando en la sala de prensa que en las largas lesiones, como son las de ligamentos, existe un plazo mínimo de seis meses para poder reaparecer. Lo más importante para Rodri ahora es recuperarse bien”, dijo. “Rodri estuvo el primer mes en Madrid, ahora es muy agradable tenerlo de vuelta en vestuarios. Su voz es importante”, comentó. “Por supuesto que le gustaría jugar ya, pero el cuerpo es el cuerpo y la recuperación lleva mucho tiempo. Lo está haciendo muy bien y se siente muy bien, paso a paso, iremos viendo”.
