
El juicio contra los ladrones que asaltaron a Kim Kardashian en París en 2016, comenzó este lunes 28 de abril, casi ocho años después del violento suceso que sacudió a la prensa internacional y que cambió la relación de la socialité con la fama y las redes sociales.
El 3 de octubre de dicho año, la empresaria se encontraba hospedada en el exclusivo Hôtel de Pourtalès, un discreto y lujoso alojamiento ubicado cerca la iglesia de la Madeleine, en París. Tras regresar a su habitación después de haber asistido a un desfile de la Semana de la Moda, su guardaespaldas, Pascal Duvier, no estaba presente, puesto que estaba acompañado a su hermana Kourtney, quien disfrutaba de una noche de fiesta.
Aproximadamente a las 2:30 de la madrugada, Kim escuchó ruidos en las escaleras y pensó que se trataban de sus hermanas regresando de la discoteca. Sin embargo, lo que vivió a continuación fue, en sus propias palabras, una experiencia traumática. «Pensé que iba a morir. Pensé que eran terroristas que habían venido a secuestrarme», relató a las autoridades, un testimonio que fue recogido por ‘Le Monde’ en 2017.
Cinco hombres enmascarados irrumpieron en el apartamento, obligando al conserje del hotel, con las manos atadas y bajo amenaza de arma de fuego, a guiarlos hasta la habitación de la empresaria. A pesar que Kim intentó comunicarse con su guardaespaldas, no lo logró. «Me agarraron y me llevaron al pasillo. Me ataron con cables de plástico y me vendaron las manos, luego me pusieron cinta adhesiva en la boca y las piernas. Estaba convencida de que me iban a violar», confesó la hija de Kris Jenner.
Durante su participación en el programa de David Letterman, ‘My Next Guest Needs No Introduction’, narró entre lágrimas el terror que experimentó aquella fatídica noche. «Pensé, ‘OK, este es el momento. Me van a violar. Asúmelo, va a pasar’. Me estaba como preparando a mí misma», dijo y añadió que: «Le dije [al conserje]: ‘Diles que tengo hijos, que tengo bebés, que tengo un marido, tengo una familia, tengo que volver a casa’».
Aunque los ladrones no se dieron cuenta, durante el asalto también estuvo presente su íntima amiga Simone Harouche, quien se encontraba encerrada en un baño y logró comunicarse con la seguridad de la empresaria. Pese a ello, los delincuentes ya habían huido para cuando él llegó. La pesadilla, que duró cerca de diez minutos, dejó a Kardashian completamente alterada. «Recuerdo haber tenido una sensación indescriptible, como si el corazón se me saliera del pecho. Sabía que iba a morir», manifestó.
Tras lo ocurrido, la socialité recordó que «dije en Snapchat que estaba en casa y todos iban a salir. Esos 10 minutos realmente cambiaron mi vida», motivo por el cual su relación con la redes sociales cambió desde ese momento. Además, confesó que sintió mucho miedo por su hermana Kourtney. «Pensaba que iba a venir y me iba a encontrar muerta en la habitación. Pensaba que iba a estar traumatizada de por vida si me veía así», confesó.
El juicio, que continuará en las próximas semanas, contará con el testimonio clave de Kim Kardashian, quien se presentará ante el jurado el próximo 13 de mayo. Cabe resaltar que su relato será fundamental para esclarecer los hechos.